Sinopsis:

Para algunas personas el silencio es un arma. Para Mallory "Mouse" Dodge, el silencio es un escudo. Mientras crecía, aprendió que la mejor forma de sobrevivir era manteniéndose en silencio. Y aunque han pasado cuatro años desde que su pesadilla terminó, está empezando a temer que el miedo que la mantiene presa se prolongará toda su vida. 

Ahora, tras años de estudiar en casa con sus adorables padres adoptivos, Mallory debe hacer frente a un nuevo hito -pasar su último año en el instituto público. De todos los terroríficos y excitantes escenarios que había imaginado, hay uno que nunca se imaginó -que se encontraría con Rider Stark, el amigo y protector que no veía desde la infancia, en su primer día. 

A Mallory no le lleva demasiado tiempo darse cuenta de que la conexión que compartía con Rider nunca desapareció. Y a medida que el vínculo se hace mayor, más se da cuenta de que ella no es la única que está luchando contra las cicatrices del pasado. Y mientras ve la vida de Rider salirse de control, Mallory debe decidir entre permanecer en silencio o hablar -por a gente que ama, la vida que desea, y las verdades que deber ser escuchadas. 

"Para siempre es algo que todos damos por sentado, pero el problema del para siempre es que en realidad no existe."

No tengo palabras. No las tengo. Este es el segundo libro contemporáneo que leo de Jennifer (el primero fue Wait for you y debo decir que me pareció bueno aunque no ha sido el mejor que he leído pero me gustó) y fue un libro muy diferente. El libro me llamó desde el primer momento en que vi la portada y leí esa sinopsis, así que sabía que debía leerlo pero ya. Así que compré el libro y empecé a leerlo.

La historia sigue a Mallory y su vida con sus padres adoptivos después de que fue adoptada. Ella se enfrenta a la escuela pública para tratar de socializar y cambiar su vida; sin embargo ella tiene un problema: no habla. Ya que tuvo una infancia difícil por haber convivido con personas indiferentes en una casa hogar, Mallory no usa sus palabras y siempre busca estar en silencio. Cuando ella llega a la escuela esta aterrorizada y cuando se encuentra con Rider se aterriza más porque él representa un pasado que ella quisiera olvidar, pero a la vez él representa el único apoyo y fuente de felicidad que tenía cuando estaba en la casa hogar. De ese encuentro, ellos vuelven a unirse como amigos y Mallory se da cuenta que ambos aún sufren por lo que paso hace 4 años, y que Rider tal vez sea el que sufre más.

Cuando comencé a leerlo no sabía que esperar, solo sabía que era de una chica con un trágico pasado que se encontraría a alguien de ese pasado y que gracias a ese encuentro o todo sería mejor o peor. Debo de ser sincera, al comienzo no me atrapó. Sentía que iba muy lento y no sentía una conexión con los personajes y me sentí un poco mal porque pensé que no iba a ser tan genial como pensé que sería... y así. Y así me pasé los siguientes tres días: leyendo pequeños pedazos. No fue hasta que llegue a un tercio del libro cuando finalmente hubo algo que me hizo seguir leyendo.


La trama del libro se enfoca en lo que sucede con niños que han sufrido abusos durante su infancia, y tal vez piensen que es otro de esos libros donde la chica buena cambia al chico malo y roto, pero no es así. Siento que lo que hace diferente a este libro fue el hecho de que habla de dos jóvenes rotos que tratan de reconstruirse uno al otro. Y que ambos encuentran la fuerza para poder cambiar su vida en enfrentarse a su pasado y no dejar que este controle el resto de sus vidas. Algo que me gustó fue que vas conociendo de ese pasado poco a poco y no hasta el final, y eso hace que comprendas mejor a los personajes y te conectes más a ellos.

Leer desde el punto de vista de Mallory fue todo un viaje. Si bien hubo momentos donde llegaba a desesperarme el hecho de que no creyera en si misma para poder hacer frente a sus miedos, hubo varios donde simplemente no podía parar de leer porque quería saber que sucedía. Me enamoré de la evolución que tuvo durante la novela y el cambio que logró tener. Con respecto a Rider hay mucho misterio envolviéndolo. Nunca se sabe mucho de él y es casi al final de la novela donde al fin deja salir todo lo que siente y piensa; y sobretodo al fin se resuelven las dudas de lo que él vivió después de que el "accidente" ocurriera. Es hermoso como entre ambos se complementan y son un apoyo el uno con el otro, y como ambos logran reconstruir su vida, aunque para ello tuvieran que pasar mucha cosas.

Yo soy de esas personas que son muy sentimentales y creanme cuando digo que lloro con un libro triste, película triste o algo que en verdad sea muy triste y/o trágico. Así que esperaba derramar muchas lagrimas en este libro y no fue así. En sí, la historia y el mensaje que te deja me llegó y sinceramente ha sido uno de esos libros que te dejan lecciones que te acompañaran toda la vida y que jamás vas a llegar a olvidar; pero debo mencionar que solo algunas lagrimas llegaron a correr por mis mejillas, sin embargo eso fue todo. La narración que Jennifer hace es muy diferente a todo lo que ella ha escrito y la crudeza con la que llega a describir todo lo que viven y lo que sienten es impactante, pero no lloré tanto y eso me sorprendió. Supongo las partes en las que lloré (más que nada al final) se deben a que al final logré conectarme profundamente con los personajes y a entenderlos más (y dejar de sentir frustración por las cosas que no llegaban a hacer).

Algo en los agradecimientos de Jennifer me dejó impactada y siento que es algo que debo mencionar. Ella dice que inspiró el libro en la ciudad de Baltimore porque creció muy cerca de la ciudad y que vio en ella una belleza que pasa desapercibida, así como los personajes de su novela. Pero lo que más me impactó fue que dijo que todos tenemos un pequeño "ratón", por más pequeño que pueda ser, en todos nosotros (aquí se hace referencia al apodo de Mallory en la novela. Solo leanlo.) y en verdad me puse a pensar y reflexionar sobre eso. Y llegue a la conclusión que tiene razón. Todos hemos llegado a experimentar miedo y hemos decidido huir de ese miedo en lugar de enfrentarlo, porque hay ocasiones en las que no nos sentimos verdaderamente fuertes y listos para hacerle frente y que por ello, debemos huir pero no para no enfrentarlo, sino para buscar en nosotros esa fuerza interior para poder superarlo. (Me he puesto sentimental...creanme. Y para colmo la canción "She will be loved" de Maroon 5 suena de fondo.) Creo que ese ha sido uno de los agradecimientos de una novela que me han hecho llorar y que me ha marcado.
Me gustó mucho como fue el final de la historia con respecto a los personajes. Lo único que no me gustó fue que es un final abierto y deja algunos cabos sueltos que en verdad necesitaba saber cómo se resolvieron o que pasó después de estos. Sin embargo, fue una gran historia y debo decir un respiro después de haber leído tantos libros de fantasía. Como en la mayoría de las ocasiones, no sabía que esperar del libro y debo decir, ya para resumir, que fue diferente y único; y que ha sido uno de los que han logrado marcarme por el resto de mi vida.