Sinopsis:

Cuando Eadlyn se convirtió en la primera princesa de Illéa en tener una Selección, ella jamás pensó que se enamoraría de alguno de los treinta y cinco candidatos. Ella pasó las primeras semanas contando los días para que todos ello pudieran irse a casa. Pero mientras los eventos del palacio fuerzan a Eadlyn a estar dentro del foco de atención, ella se da cuenta de que no será feliz si se queda sola.

"Estaba rodeada por ejemplos de como el amor, el verdadero amor, podía aliviar la carga de tus circunstancias, ya sea enfrentarte a la más grande decepción de tu vida o cargar en tus hombros el peso de un país."

Mis emociones aún están dispersas en lo que concierne a este libro. Debo decir que fue un perfecto final para la historia que America comenzó cuatro años atrás. Y debo admitir que no estaba segura si quería leerlo o no, pero al final me decidí... y lo leí.

Este libro empieza justamente donde La Heredera terminó: con Eadlyn tratando de escoger a un chico entre los concursantes restantes, su vida ahora tiene más estrés y más presión, el hecho de que su hermano ya no está y que espera encontrar el amor entre varios desconocidos.

Mi titubeo al decidirme al leerlo fue porque en La Heredera, Eadlyn me sacó de mis casillas: era una chica totalmente caprichosa, mimada y muy irritante... ¡Oh! Y además creía que era super-mega-hiper especial porque era la futura reina. Así que sí, me sacó de mis casillas. (Aunque al final del libro ella comenzó a cambiar... poquito... pero hubo un cambio). No quería leerlo porque no soportaría otro libro entero de ella y su "Soy Eadlyn Schreave y soy poderosa" otra vez. Pero me sorprendí. Ella cambio por completo por lo que sucedió con su hermano y America; y ya ha dejado atrás esa etapa de narcisismo que tenía. Y me gustó que haya tenido ese cambio porque me lo que hizo que este libro fuera aún mejor de lo que esperé, y también ayudó al hecho de que no quisiera lanzar el libro por la ventana.


Ahora esta Ahren. Me hubiera encantado saber más de él y de cómo fue la relación con Eadlyn cuando era niños. De él y Camille. En el primer libro no sabes mucha cosas de él y Eadlyn no deja saber muchas cosas de él; y en el segundo libro hay menos. Así que sí... siento que él fue como un personaje x, que si bien tiene relevancia en el hecho de que es la roca de Eadlyn, pero no es suficiente. Y siento que Kiera pudo haber hecho de Ahren alguien con más presencia.  En fin.

Algo que me encantó del libro es que vuelves a ver a los personajes principales y lo que fue de ellos. Y aunque solo son detalles por aquí y por allá fue gratificante poder leer sobre ellos. En especial Maxon y America: ellos le agregan diversión y risa a cada escena en la que aparecen.